lunes, 18 de febrero de 2008

Lost Review 4x03 (III): De la cabaña de Jacob a la casa de Ben

La cabaña a la que Locke acude como el profeta al monte para recibir la palabra de la divinidad ha desaparecido del lugar, quizá debido a que las manifestaciones de Jacob trascurren siempre de noche o acaso porque no puede esperarse una alianza entre Jacob y John. Cuando Moisés acudió al monte Sinaí a recibir la alianza del Señor, Dios le dijo "Yo llegaré hasta ti en una nube espesa, para que el pueblo oiga cuando yo hable contigo y tenga siempre fe en ti". Así el grupo esperaba de Locke que le condujera al lugar propicio para su salvación, así Locke esperaba de Jacob "alguien que le diga que debe hacer", según las palabras burlescas de Benjamin. En el momento en el que Locke comete un error y se encuentra perdido, el grupo pierde la fe depositada en su liderazgo, duda de su elección, de su mesianismo. No sólo le cuestiona el prisionero Ben sino también Sawyer y, sorprendentemente, Hurley (de quien sigo manteniendo que se nos revelará como un líder antes o después, véase al respecto la Review 4x02 (II)). La desaparición de la cabaña viene a significar la ausencia de Dios cuando más necesidad de amparo requiere el creyente, y es un nuevo eco del cúmulo de figuras paternas ausentes o decepcionantes en la isla. Los dioses no se aparecen ya a los hombres, como ocurriera con Moisés: cuando fuera al pie de la montaña al encuentro de Dios al frente del pueblo de Israel, "toda la montaña del Sinaí humeaba, porque sobre ella había descendido el Señor en medio de fuego". En lugar del fuego eterno de la revelación, Locke encuentra las cenizas que señalan la consumación y la pérdida.

Al no encontrar la cabaña en su lugar, algo de lo que Ben no parece sorprendido, el grupo se dirige al campamento de los Otros, concretamente a la casa de Benjamin donde preparan una encerrona a Sayid y compañía. Gracias a este recorrido descubriremos que Benjamin parece tener mucho por revelar todavía. Como quiera que sigue siendo la víctima propiciatoria del grupo, Linus recuerda a otro desgraciado con ojos de batracio y voz de entonación grimosa, Peter Lorre, un ser reptiloide cuya viscosidad propiciaba la humillación y el escarnio, y le hacía objeto de mofas y apaleamientos, ya fuera a manos de un Bogart (El halcón maltés, John Huston) o de un pueblo entero (M., Fritz Lang). Su aparente debilidad le lleva a ejercer sus malas artes mediante el engaño y la ocultación, manejando a las personas entre bastidores, el tipo idóneo para actuar como envenenador (Arsénico por compasión, Frank Capra), quintacolumnista, tratadista de mercado negro (algo similar a Lorre en Casablanca) o prisionero reacio a soltar los hilos pese a su posición de inferioridad, así Benjamin Linus.

Los hallazgos de Sayid en la casa de Ben no aportan una nueva luz sobre el enigmático Benjamin, antes bien nos confirman algo que ya dijimos de él en su momento, a saber, que la temática que introduce el personaje de Benjamin Linus es el de la suplantación de identidad (según dijimos el pasado 14 de enero). Linus resulta tener una colección de pasaportes y de divisas de varios países, lo que apunta que ha estado antes fuera de la isla, contrariamente a lo que afirmara a Jack. Si antes era conocido como Henry Gale, ahora conocemos otro alias suyo, Dean Moriarty (en el pasaporte suizo que encuentra Sayid). Pero este hallazgo no es lo único que apunta a la dualidad del personaje y a su identidad escindida (en cierto modo, de manera similar a la de Sayid, véase la Review 4x03 (I)), también el apodo que Sawyer le pusiera, "Gizmo", y las máscaras africanas que decoran los interiores de su casa. Gizmo es el bicho protagonista de la película Gremlins, por momentos un animalito inofensivo y entrañable y por momentos repulsivo y maléfico. En cuanto a las máscaras africanas era un recurso utilizado por un maestro del cine negro, Otto Preminger, en películas como Laura o El rapto de Bunny Lake, para señalar de manera velada al asesino en la primera y al secuestrador en la segunda que, en ambas, es un personaje que esconde su verdadera naturaleza.

La decoración africana en su casa, por otra parte, podría estar relacionada con el círculo de ceniza que envuelve la localización de la cabaña: en ciertas tribus africanas se practican ritos de vudú en los que se emplea la ceniza para contener un espíritu malvado. Quizá Ben mantenga prisionero a Jacob en una relación ambigua de control y sumisión (como ambigua es su propia situación de prisionero), dado que si por un lado es evidente que Jacob es poderoso, por otro pidió la ayuda de Locke. En la primera visita a la cabaña, Ben dijo a Locke que Jacob no es alguien que se visite, sino alguien que te convoca. El verbo original empleado, "summon", está relacionado con el espiritismo, con la invocación de espíritus. Apuesto a que pronto veremos a Miles diciendo algo decisivo respecto a la presencia de Jacob. Pero dada la riqueza del personaje de Benjamin Linus, aun a estas alturas, no descartaría que él fuera el mismo Jacob. Cuando Sayid es hecho prisionero por el grupo de Locke y entra en el cuarto de prisioneros, encuentra a Ben sentado entre las sombras en una posición que recuerda a la figura de Jacob en la cabaña. Si el plano no es una inserción maliciosa de los guionistas, es decir, una pista falsa, el recorrido de la cabaña de Jacob a la casa de Ben alcanza un sentido iluminador: Jacob podría ser otra de las muchas máscaras de Linus.


domingo, 17 de febrero de 2008

Lost Review 4x03 (II): ¿Es Jacob el Economista?

Uno de los recién llegados a la isla, Daniel Faraday, descubre una distorsión espacial o temporal (o espacio-temporal, vaya uno a saber) que envuelve la isla. Esta disrupción crearía una diferencia horaria entre la isla y el exterior (como la que existe entre dos países situados a gran distancia el uno del otro), que según comprueba Daniel es de media hora aproximad. Precisamente dicha diferencia horaria podría ser la causa por la que el Economista contacta con Elsa media hora antes de lo previsto. Luego el Economista es una persona de la isla, presumiblemente Jacob. Por otra parte, el jefe de Elsa podría ser el mismo Jacob si atendemos al comentario de Sayid acerca del buscapersonas desfasado que emplea Elsa. Anteriormente se nos ha dicho repetidamente, y es una de las pocas cosas que sabemos acerca del misterioso personaje, que a Jacob no le gusta la tecnología. Sin embargo, en contra de esta teoría hay que señalar que en la fase de post-producción, se ha eliminado de los subtítulos la referencia de Elsa en alemán al desfase de media hora. Además, siendo así, ¿por qué según Elsa su jefe está en un hotel? Quizá sólo se trate de un camino abandonado por los guionistas del que, por negligencia, ha quedado una señal en el acabado final del episodio.

viernes, 15 de febrero de 2008

Lost Review 4x03 (I): El hundimiento de Sayid

Con motivo de la review del primer episodio de la nueva temporada, decíamos que el uso del flashforward introducía un sesgo melancólico a la serie fruto del estado de aflicción en el que se encuentran los personajes que lograron salir de la isla, los llamados "Seis de Oceanic". Al abandonar la isla de algún modo retoman sus trayectorias anteriores, la fatalidad interrumpida por el accidente que, sólo en la isla, parecía poder ser evitada. Nos referíamos entonces a la tentativa de suicidio de Jack, sumido en la depresión y el alcoholismo, y a los ataques de locura que probablemente afectaban a Hurley. Los flashforwards del episodio que nos ocupa nos muestran la misma pendiente destructiva por la que se precipitará en un futuro próximo Sayid Jarrah, revelado como otro de los "Seis de Oceanic".

A su regreso Sayid es un "cazatalentos", "headhunter", en la expresión original que utiliza para describirse a sí mismo ambiguamente, un sicario que irrazonablemente trabaja para Benjamin Linus eliminando uno por uno los nombres de una lista negra, de la que por el momento conocemos los dos primeros, Mr. Avellino y el jefe de Elsa. Al primero le ejecuta en un campo de golf en las islas Seychelles. Tras el disparo, los surtidores del campo se encienden y Sayid es regado por una lluvia mientras se aleja hacia el fondo del plano. A Elsa la conoce de manera aparentemente casual en un local de un Berlín invernal. Después de lograr acordar una cita con ella, Sayid en las inmediaciones del lugar, se comunica por móvil con su jefe informando de que ha localizado el objetivo, se deshace del móvil y, significativamente, lava sus manos con unos pedazos de hielo. El acto casual es un evidente paralelismo con la escena de los surtidores: la ablución de Sayid después del derramamiento de sangre en ambas escenas remite a la impavidez con la que afronta la inhumanidad de los asesinatos. (La ablución no es la única referencia en el capítulo a la religión de Sayid: en la isla el personaje encuentra un Corán en la librería de Ben. Este hallazgo debe interpretarse igualmente en referencia a los escrúpulos de conciencia del iraquí.) Sayid aparenta ser un mero ejecutor de las órdenes recibidas, su acción es desprovista de una reacción de contenido emocional, simplemente limpia su conciencia y deja tras de sí la impureza. Al principio del capítulo se nos hace creer de este modo que se ha operado una transformación radical en el personaje: Sayid ha vuelto a ser el implacable torturador que una vez fue en Irak.

En los flashforwards sucesivos somos partícipes de la relación entre Sayid y Elsa. El nombre de Elsa, de acuerdo con la Lostpedia podría remitir a la ópera de Wagner, Lohengrin (de ahí que en el tercer flashforward Elsa mencione que acudirán a la ópera). En la cultura popular también podemos encontrar una Elsa de origen alemán que termina por traicionar a su pareja provocando su propia muerte. Se trata de la película Indiana Jones y la última cruzada. Los dos flashforwards que tienen lugar en el apartamento de Elsa tienen en común un elemento simbólico clave para entender la importancia de la relación de pareja: el espejo. Durante los preparatorios de la cita, Elsa y Sayid se reflejan en el espejo conjuntamente. Es entonces cuando Elsa decide dejar de lado su trabajo por él. Sin embargo, la distancia que guarda el iraquí la pone en alerta nuevamente, se retiran del espejo y ella le pregunta por su jefe y por la razón de su permanencia en Berlín. En el siguiente flashforward, Sayid depone sus reservas y le confiesa a Elsa el peligro que corre. Mientras esto ocurre sendos reflejos a través del espejo nos advierten de la duplicidad y las intenciones ocultas de la berlinesa. Por último, cuando Sayid está malherido en la cama, rompe el espejo lanzando un objeto para desconcertar a Elsa de manera que le pierda de vista. Justo antes de romperse en pedazos, el espejo muestra el reflejo del iraquí, de manera que no sólo refiere la ruptura definitiva de la pareja y de esa posibilidad anunciada de entendimiento sino también, la desintegración de la humanidad que pudiera quedar en Sayid. Así, el espejo además de mostrar la reflexión de la pareja acerca de permanecer juntos, primero, y la duplicidad de Elsa, después, sirve para hacernos partícipes de la quiebra en la identidad de Sayid, que no le queda sino llorar esa pérdida en la escena con Benjamin.

Es cierto que antes de que esta fractura identitaria tenga lugar, parece apuntarse un cambio evidente en Sayid por el que habría vuelto a ser, una vez más, el despiadado torturador. El asesinato a sangre fría de Mr. Avellino no deja dudas al respecto. Además, mientras que en la isla se encarga de velar el cadáver de Naomi (porque según el reprobable código ético del personaje una mujer nunca debe ser maltratada), en el flashforward llega a matar a Elsa, aunque sea en defensa propia. Quizá la pulsera que llevan Naomi y Elsa únicamente sirva para dejar patente el paralelismo a contrario entre las dos escenas, aunque esto sea dudoso porque ya viene remarcado por el acto de Sayid de cerrar los ojos de la difunta. (Parece más probable que pueda haber un vínculo entre ambas, quizá pertenecieran a la misma organización y el brazalete sea un símbolo de dicha procedencia.) Otro factor que hace explícito el cambio es el uso de la diplomacia y del diálogo en la isla para rescatar a Charlotte y lograr salir de la isla, aunque lo haga mediante el engaño y el doble juego, como le reprocha Frank Lapidus (en una estratagema que tenía pensada desde el momento en que le pregunta a Miles acerca de su relación con Naomi y Charlotte).

Deberíamos preguntarnos qué es lo que produce esta vuelta de tuerca en el personaje, dónde se sitúa el punto de inflexión en su actitud. En el capítulo el cambio radical se explica por el chantaje al que Ben le somete. Sabemos que trabaja para él después de que le amenazara con revelar un error suyo del pasado, probablemente propiciado por la traición de un ser querido. De hecho, en el capítulo, Sayid no sólo es engañado por Elsa sino también por Hurley en la isla, como una reiteración temática de la traición que nos es ocultada. Tal vez fuera esta traición anterior, originaria de todos los males futuros de Sayid, la razón de la frialdad de matarife que adopta. Sea como fuere, el único motivo conocido por el momento es que debe liquidar a las personas de la lista para proteger a sus amigos, probablemente a los seis de Oceanic. Dicha lista podría estar compuesta por la gente de Abbadon (presumiblemente, aunque nada lo demuestre por el momento, pertenecientes a Dharma), de acuerdo con la conexión probada entre Naomi y Elsa.

Una ironía dramática señala la condición desalmada que llegará a tener Sayid en el futuro a su regreso de la isla. Siendo prisionero de Locke, asegura que el día en el que confíe en Benjamin, habrá vendido su alma. La sentencia tomada literalmente resulta ser una muestra de la inhumanidad que alcanza Sayid, quebrada su identidad y recuperada su ocupación criminal en un vuelco siniestro propiciado quizá por la traición repetidas veces de aquellos que se prometían sus seres más allegados.

lunes, 11 de febrero de 2008

Lost Review 4x02 (II): El mando siniestro de Locke

Uno de los momentos para el recuerdo del episodio es el picado ascendente del rostro benéfico de Locke gozando la lluvia igual que si de un maná se tratara. Locke se muestra capaz de predecir las lluvias racheadas aun con los cambios súbitos del clima tropical como si conociera los designios divinos o tal si tuviera una conexión con la isla y sus fenómenos. El control sobre los elementos le remite a la figura paterna por antonomasia, al Jesucristo que anduvo en la mar. Pese a su fracaso final, también Desmond pudo ser una figura cristológica cuando logró desvíar el rayo que mataría a Charlie o salvarle de las aguas como a un desamparado Simón Pedro. Cada personaje tiene su momento en el que parece alcanzar el poder de la divinidad y como tal ser objeto de adoración por el grupo y constituirse en figura mesiánica, en profeta para un grupo de desarraigados, asi Moisés en el desierto para el pueblo de Israel en busca de la Tierra Prometida, así Locke en la isla para el grupo de náufragos que no quieren ser encontrados. El paréntesis de Locke bajo la lluvia recuerda la espléndida presentación del personaje en el primer capítulo de la serie, quizá la mejor de todas por lo misteriosa y desarmante que llegaba a ser su actitud, sentado de piernas cruzadas en la playa bajo el monzón al lado de una de las turbinas del avión o, más tarde, remedando un payaso con la herida en el ojo igual que un maquillaje perverso y el gajo de naranja asomando de su boca cuando en gesto de mezquina complicidad le dedicara una extraña sonrisa a Kate, sorprendida al coger las botas de un cadáver. Desde el comienzo Locke ha sido un personaje tocado por la Verdad, el predestinado capaz de comunicarse con una instancia superior, sea Jacob o la Isla, el único que acertaba a ver "el ojo de la isla" ("He mirado dentro del ojo de la isla y lo que he visto... era hermoso"). Después de tres temporadas, Locke sigue siendo uno de los misterios de la isla, no sabemos casi nada de él, su manera de conducirse en la isla poco o nada tiene que ver con los recuerdos que de él conocemos. Desconocemos porqué razón conduce al grupo a la cabaña, quizá como un Moisés conducía al pueblo al monte Sinaí para recibir las tablas de la Ley, la palabra de Yahvé escrita por su dedo, así Locke escucha la Voz de Jacob. Y resulta inquietante la mirada de complicidad entre Ben y Locke cuando saben que Hurley está al tanto de la existencia de la cabaña, quizá teman que Hurley les desplace a ellos en los planes de Jacob. Sabemos únicamente que a Locke se le apareció Walt cuando estuviera yaciente en la fosa de los cadáveres y es por recomendación suya que ahora acude a la cabaña de Jacob; así Moisés cuando se le apareciera la zarza ardiente. Hasta el momento su palabra es la del líder que conduce por el camino recto al grupo, supo ver con certeza que el grupo de expedicionarios no vino para rescatarles y la herida abierta de bala nos lo presenta con la autoridad de un resucitado milagrosamente que muestra sus llagas a Sawyer, así Cristo con el incrédulo Tomás. Pero también es cierto que la referencia de Sawyer a "El corazón de las tinieblas" de Conrad, al referirse a Locke como "Coronel Kurtz", podría adelantar la degradación del grupo conducido por el mando siniestro de John y con Benjamin como elemento perturbador, un auténtico amo de las marionetas cuyas artimañas no impiden que siga siendo el "punching bag" del grupo pero en cambio casi le llevan a morir ajusticiado. Por otra parte, la aparición del equipo de cuarentena caído del helicóptero remite directamente a la Purga, la matanza que orquestara Ben como líder de los Hostiles contra la Iniciativa Dharma. ¿Pretendería la expedición llevar a cabo una nueva purga contra los Hostiles reabriendo el conflicto?


Lost Review 4x02 (I): Los cuatro del carguero. Tres nuevas líneas interpretativas

El segundo episodio de la nueva temporada de Lost ha sido alabado por los seguidores de la serie por el cúmulo de novedades que aporta, teniendo en cuenta que la información que normalmente nos dan los guionistas suele ser mucho más dosificada. Destaca la introducción de los cuatro expedicionarios llegados en helicóptero de un supuesto carguero situado en las inmediaciones de la isla. Cada uno de los personajes amplia el abanico de vías interpretativas para los guionistas. A continuación presentaremos de manera detallada los rasgos de cada uno de ellos acompañado de una pequeña interpretación y de las cuestiones a que dan lugar:

DANIEL FARADAY: un auténtico pardillo en la isla, un personaje dubitativo y nervioso que parece haberse metido en camisa de once varas. Su aparente debilidad le familiariza con los fallecidos Boone y Charlie, dos inútiles voluntariosos cuyo rol probablemente pase a ocupar ahora. Destaca por su sinceridad, es el primero en reconocer que su misión no tiene como objetivo el rescate de los supervivientes.
El flashback denota que tiene algún vínculo sentimental con el suceso del accidente aéreo a juzgar como reaccionó cuando supo del hallazgo del avión, si bien cabe la posibilidad de que su afectación, que él mismo es incapaz de explicar, sea el reflejo de un desequilibrio emocional.
Su ocupación de físico introduce la posibilidad de dar una explicación pseudo-científica a las anomalías de la isla, aunque todos sabemos a estas alturas que ningún fenómeno físico puede explicar la acumulación de innumerables “poltergheist”: el accidente del vuelo Oceanic 815 y del helicóptero (alcanzado por un rayo según afirma el piloto), la desviación del norte magnético, las dificultades para transmitir las comunicaciones, la invisibilidad de la isla, el monstruo, las mareas, los efectos curativos o todo lo relacionado con la estación Cisne. Su apellido (Faraday remite al descubridor del electromagnetismo) y un comentario ocasional que hace el personaje poco después de su llegada a la isla no deja dudas al respecto ("La luz es extraña aquí, es como si no se dispersara").
Resumiendo, el desequilibrio emocional y el aspecto sesudo de su ocupación científica podrían explicar porque Naomi se refiere a él como “a head case”.

CHARLOTTE STAPPLES LEWIS: Referida por Naomi como la “antropóloga”. La presentación del personaje nos lleva a considerarla como una entusiasta buscadora de maravillas, con un ansia indisimulada por sus descubrimientos y por proyectar en ellos su fe y sus creencias. En el flashback que introduce participa en una excavación en la que se han descubierto los restos fósiles de un oso polar junto con un collar Dharma. Contrasta la desconfianza hacia la noticia del hallazgo del avión con la creencia ciega en su propio hallazgo en la excavación aun a pesar de la evidente puesta en escena de dicha excavación, subrayada por la traductora que la acompaña. (Precisamente la función de la traductora es la de aportar una perspectiva de sentido común tanto frente al escepticismo de la arqueóloga respecto al hallazgo del avión, como frente a su credulidad respecto al hallazgo de la excavación.) De hecho, la puesta en escena es doble, tanto en el caso de los restos del avión como en el de los restos fósiles, que parece ser un mero decorado dispuesto para ella. Este contraste nos la presenta como una persona con una fuerte subjetividad, caprichosa en sus creencias, únicamente cree aquello que quiere creer, razón por la que podría ser objeto de manipulación y de engaño. En su llegada a la isla contrasta su actitud maravillada con la actitud desconfiada y escéptica del grupo. La fuerza ciega de sus creencias la emparienta con el dogmático y predestinado Locke, con el que, aunque ha tenido un mal encuentro en este capítulo introductorio, apostaría que le unirán fuertes lazos en un futuro próximo (si es que alguien puede acercarse al más solitario de la isla). La presencia de la antropóloga permite abrir la veta inexplorada del pasado prehistórico de la isla, apuntado con el avistamiento de las ruinas escultóricas de un pie de cuatro dedos de dimensiones ciclópeas en la primera temporada. Quizá la futura recomposición de un pasado fantástico de la isla explique que su nombre refiera al amigo y colaborador de Tolkien, Clive Staples Lewis, el autor de “Las Crónicas de Narnia”.

MILES STRAUME: Referido por Naomi como el “cazafantasmas” en alusión a su dedicación al espiritismo. Su nombre refiere un personaje de “Otra vuelta de tuerca” de Henry James, la novela en la que se inspirara, entre muchas otras obras, “El Sexto Sentido” y “Los Otros”. (A destacar que también se ha querido ver en su nombre una homofonía de la palabra “Maëlstrom” (véase la Lostpedia). Dado que en ocasiones el nombre contiene de manera fatal el destino del personaje, quizá pueda aventurarse su muerte atrapado por alguna suerte de torbellino.) De la composición del personaje destaca la violencia con la que se maneja. En el flashback, a juzgar por el aspirador con el que acude pertrechado a “cazar” al fantasma y por la apropiación indebida del dinero del fallecido, se deduce que es un estafador, como los dos Sawyer de la serie. Una vez en la isla supuestamente contacta con el espíritu de Naomi. Habida cuenta del número de personajes fallecidos respecto al grupo originario de supervivientes, la presencia de un espiritista capaz de contactarles, posibilita la reinserción esporádica de aquéllos en la serie. Más aún, se introduce la posibilidad de una trama de contenido ambiguo en la que no pueda distinguirse a ciencia cierta entre los vivos y los muertos, a la manera de “Otra vuelta de tuerca” o de “El sexto sentido”.

FRANK LAPIDUS:
Referido por Naomi como un “alcohólico”. El piloto es dejado para el final para mantener la incógnita sobre el destino del helicóptero: ¿lo estrelló o consiguió aterrizarlo? Al terminar el capítulo sabremos que lo consiguió aunque prácticamente no tiene combustible más que para llegar al carguero, según afirma Lapidus. El flashback del piloto aporta dos datos relevantes:

1ºRevela que el descubrimiento del avión hundido en el mar podría ser una farsa, a tenor de la carga de la prueba que aporta.

2ºIntroduce nuevamente el tema del destino: él debía ser quien pilotara el vuelo 815 de Oceanic.

Comparado con los tres anteriores por el momento es un personaje escasamente definido, su presentación no aporta ningún otro rasgo que pueda ser objeto de interpretación. Al contrario que el resto de expedicionarios no se le puede asociar con ninguno de los personajes veteranos, ni aporta una nueva vía de conocimiento a los misterios de la isla. Quizá su función en la serie se vea reducida a unos pocos capítulos.

Matthew Abbadon sostiene en el capítulo que cada miembro de la expedición fue escogido por una determinada razón. Desconocemos el propósito que en el argumento de la serie se le pueda atribuir al personaje, pero si nos es posible acercarnos al motivo por el que los confeccionaron los guionistas. Cada uno de los personajes, a excepción de Lapidus, abre campo a nuevas posibilidades interpretativas de acuerdo con sus respectivas ocupaciones: la explicación física, la antropológica y la parapsicológica.


miércoles, 6 de febrero de 2008

Lost Review 4x01 (II): Cábalas acerca de Christian y de Jacob

Me parece probable que Locke haya retomado el papel de Ben en su relación con Jacob. Quizá sea por designio de Jacob que Locke evita que el grupo de supervivientes salga de la isla (una vez más después de que, como le reprochara Sayid, hiciera explotar el submarino), como hiciera en su día Ben. Esta suplantación en el rol de favorito designado por Jacob se habría producido con posterioridad al primer encuentro entre Jacob y Locke en "The man behind the curtain". Locke habría aceptado, entonces, la petición de ayuda que le hiciera Jacob. De ser así su entrevista con Hurley en la que le conmina a seguir el aviso último de Charlie para que su muerte "no fuera en vano" (una motivación francamente extraña viniendo de Locke), sería una tapadera de sus ocultas intenciones, o de las de Jacob por vía interpuesta, es decir, una encerrona para el grupo.

Cabría preguntarse, además, si el que ocupa la mecedora de Jacob es, como afirman algunos bloggers, Christian Shephard. Si es así, tal como testimonia la imagen congelada, deberíamos contemplar una de las dos siguientes premisas: o bien que el padre fallecido de Jack tiene tratos con Jacob o bien que Christian es el hombre conocido como Jacob. Pero quizá lo más impactante sea la constatación de que Christian Shephard podría no estar muerto. A este respecto deberíamos tener en cuenta que su muerte por paro cardíaco, de la que no conocemos testigos directos, siempre nos ha sido referida por terceros (sólo sabemos que su cuerpo fue encontrado en un callejón de Sidney) y que en el episodio "White Rabbit", su ataúd apareció vacío. Anteriormente, hemos tenido noticia de su presencia en la isla, no sólo se le apareció a Jack (en varias ocasiones, en una de ellas escuchó su voz a través de un intercomunicador siendo prisionero de "Los Otros"), sino también a Vincent y ahora a Hurley quienes nunca antes le habían visto. Además, y esto debería ser definitivo, en los flashforwards Jack se refiere a él en dos ocasiones como si estuviera vivo. Sin embargo, podría aducirse que la referencia es ambigua, que Jack estaba bebido cuando lo menciona, que es inverosímil que Christian Shephard vuelva a trabajar en el hospital en el que firmaran su invalidez, que aun siendo así este hecho sería incompatible con la presencia de un nuevo jefe de cirugía o, sencillamente, que podría ser un truco del guionista para no revelar demasiado pronto que el flashback es en realidad un flashforward. Se baraja igualmente que Christian podría estar vivo del mismo modo milagroso en el que lo están Locke o Mikhail después de recibir sendas heridas mortales.

De Jacob sabemos entre otras pocas cosas que puede curar el cáncer. El nombre del padre de Jack, "Christian" podría ser una referencia cristológica y él podría ser capaz de obrar milagros sanatorios. Christian se perfilaría entonces como la más importante figura paterna en la isla:

1- El padre del héroe, con quien guarda conflictos no resueltos hasta el momento.
2- El abuelo del único bebe nato en la isla, figura simbólica del estado indefenso y expuesto del grupo de náufragos. (De la importancia no metafórica del bebé de Claire da cuenta el siguiente razonamiento encadenado extraído de la Lostpedia: "If Claire hadn't gotten pregnant, the world would have ended: Claire wouldn't have been on the plane and therefore was not kidnapped by Ethan which would have resulted in Boone and Locke not discovering the hatch, leading to Locke trying to find the beechcraft in hopes of an answer to opening the hatch which would then lead to Boone not falling and later dying which would then cause Locke to not pound on the roof of the hatch so Desmond wouldn't have stopped the attempt to kill himself and because Desmond did kill himself there would be no one to press the button and therefore the "end of the world" would take place.")
3- La persona que conduce secretamente a Locke.
4- El líder de "Los Otros" a quienes todos temen y reverencian (hecho que explicaría la deferencia que tiene Ben hacia Jack, el hijo de Christian).
5- Y, quizá, la personificación de Jacob, de "Él", como le refieren "Los Otros" constantemente, una suerte de encarnación de una deidad. O, al menos, alguien visto como un Elegido, al que Dios ha amado, tal y como repiten en numerosas ocasiones "Los Otros".

Addenda: Podríamos rizar el rizo y plantearnos si Christian Shephard no será en realidad el hijo de Jacob. O podría ser todo una ensoñación, alucinación colectiva, delirio causado por un remanente del gas que Ben empleara para matar a toda la comunidad de Dharma que ha trocado sus efectos letales en efectos psicotrópicos y alucinógenos... Puestos a hacer cábalas, cualquier teoría paranoica, conspiratoria o perteneciente al género de la sci-fi podría ser válida, aunque no verosímil. Entre esa pretendida validez y la verosimilitud de una teoría se encuentra la línea que separa la ciencia-ficción del género fantástico.

Lost Review 4x01(I): Aflicción y pérdida

Quizá el aspecto más llamativo de la nueva temporada (que ya vimos anunciado en el último capítulo de la temporada anterior) sea el cambio sistemático de la técnica del flashback por el flashforward. Los sucesivos flashbacks por capítulo centrados en el punto de vista de un personaje tenían por objeto hacernos una presentación del personaje a través del recuerdo de vivencias críticas, configuradoras de sus temores, deseos y esperanzas. A menudo el flashback servía como contrapunto interpretativo de una acción decisiva, de fines oscuros en sí misma, realizada por el personaje en el presente narrativo. Pero siempre la tensión dramática del episodio tenía su centro gravitacional en el presente narrativo. El desenvolvimiento de las acciones de los personajes en la isla adquiría todo el protagonismo y si se revisitaba el pasado en ningún caso se hacía para comunicar al espectador la nostalgia del personaje por lo vivido. Y a poco que lo meditemos, nos debería resultar extraña, tomada desde un prisma naturalista, esta reserva de los guionistas. Después del accidente del vuelo 815, habiendo comprobado la inexistencia de un rescate, los accesos melancólicos deberían ser frecuentes en los robinsones. Pero la nostalgia, el sentimiento de pérdida, el deseo y la frustración por la imposibilidad de volver nunca hace mella en la comunidad de supervivientes. (Aunque mirando hacia atrás podamos recordar, por ejemplo, a una Rose apartada del grupo, atravesando un período de afasia por la pérdida de Bernard, el desarrollo de la trama demostraría que lo importante no era el sentimiento de pérdida sino el anuncio de un reencuentro futuro de la pareja madura).

El flashforward, en cambio, se plantea como un elemento que introduce un espíritu melancólico en la serie antes de tiempo, desde el mismo momento en el que se vislumbra la posibilidad de volver a casa y, por lo tanto, de que la aventura en la isla toque a su fin. Creo que valdrá la pena revisar esos momentos. En el último episodio de la temporada anterior, un Jack barbado, alcohólico y depresivo, atrapado en el bucle melancólico que perdiera a su padre, asomado a un puente dispuesto a precipitarse, se ve involucrado en un accidente y, una vez más, apelando a su figura trágica de héroe entre la vida y la muerte, trata de salvar las vidas de los otros abandonando su proyecto de suicidio. En otro de los "flashes", Jack acude al velatorio de alguien que no es "ni amigo ni familiar", presumiblemente uno de "los seis del vuelo 815 de Oceanic" cuya identidad permanece oculta. El último "flash", al menos tan desasosegante como el anterior, narra el reencuentro de Jack y Kate, en las inmediaciones de un aeropuerto. El perfil fotográfico de Kate, aparentemente retocado, en mitad de la noche, parece una ensoñación, un delirio quizá provocado por los efluvios del alcohol en la mente desquiciada de Jack.


En el primero episodio de la cuarta temporada, Hugo es detenido por unos patrulleros de la policía después de una persecución al volante de su Camaro. La causa de su precipitada huida resulta ser un misterio. Después de un interrogatorio policial es internado de nuevo en el Instituto Mental Santa Rosa. La descomposición del individuo amenaza a los supervivientes del vuelo, la amenaza del suicidio en el caso de Jack o la locura latente para Hurley. La pérdida de un ser querido en la isla es uno de los desencadenantes de la depresión en la que se encuentran. Si Jack tratara de suicidarse después de ver en un diario la esquela mortuoria de uno de los seis supervivientes, Hurley sufre una alucinación al recordar la muerte de Charlie de manera que en la sala de interrogatorios de la comisaría cree revivir el trágico final de su amigo. Una vez en Santa Rosa, Hurley recibe tres visitas en cierto modo desagradables todas ellas porque suponen una intrusión en la confortable institución en la que vive refugiado y porque traen de vuelta el suceso traumático que propició su locura. Los tres visitantes son Mr. Abbadon, Charlie y Jack. Las tres visitas aparecen de manera brusca e inesperada y se caracterizan por la irrealidad que las envuelve, como ocurriera con el encuentro de Jack y Kate en el episodio anterior. Como si de la aparición de tres espíritus se tratara, un ritual que consiste en contar hasta cinco, puede hacerlos desaparecer. Así ocurre con Charlie. En el caso de Mr. Abaddon, ese contar hasta cinco queda implícito en las cinco frases que intercambia con Hugo después de que rechazara su propuesta de traslado y antes de desaparecer. Con Jack el contar hasta cinco queda figurado en los sucesivos lanzamientos de canasta que practican por turnos hasta sumar cinco.


Resumiendo lo anterior, tenemos que los flashforwards de los episodios 3x23 y 4x01, de Jack y Hurley respectivamente, guardan en común al menos tres aspectos: la descomposición psicológica que sufren ambos personajes, la pérdida traumática de un compañero de la isla y los encuentros con otros compañeros que guardan una apariencia de ensoñación o de irrealidad. Y como consecuencia de estos tres rasgos compartidos, del penoso estado en que se encuentran y de las pérdidas y traumas que deben afrontar, una característica más evidente que seguramente se haga extensiva a sucesivos flashforwards: la nostalgia por lo vivido en la isla y el deseo imposible de volver.

No debe extrañarnos que la nostalgia se introduzca por vez primera con respecto a la permanencia en la isla del grupo de supervivientes. En cierta ocasión sostuve que el haber sido arrojados al microcosmos de la isla, habiendo sido quebradas por fuerza las paredes uterinas del avión, sugiere un nuevo nacimiento de los tripulantes. El pasado anterior al renacimiento de los náufragos carece de verdadera importancia. Por más que los sucesos que les ocurriera marcara sus vidas, ningún suceso anterior o futuro podrá equipararse a la vivencia en la isla, vivencia extrema en la que la supervivencia pasa a ser un acontecimiento rutinario. Además en la isla se les brinda la posibilidad de afrontar sus temores, miedos y deseos más íntimos, y de superarlos, haciéndolos reales, realizándolos. ¿Acaso puede sentirse nostalgia de algo pasado que se hace presente y corpóreo? Los náufragos convivían a diario con su pasado pero de manera que las barreras que nos separan del ayer eran inexistentes. El presente en la isla es un continuum temporal que abarca el pasado y en ocasiones el futuro, como ocurre con las visiones proféticas y racheadas de Desmond. Estas razones, el renacimiento que supuso la tragedia del accidente, la cualidad de acontecimiento extraordinario que tiene la permanencia en la isla y la falta de hiato entre el presente y el pasado alejaban el sentimiento melancólico de los habitantes de la isla. Sólo ahora, con la introducción de los flashforwards, de un tiempo posterior a la vivencia en la isla, la relación entre el pasado y el presente, entre lo vivido y su recuerdo experimenta una quiebra irreparable que no podrá ser salvada porque el retorno es imposible. La cualidad tantálica que para los supervivientes guarda el pasado en la isla queda resumida en la expresión de raíz heraclitiana de Jack, "water under the bridge", con la que se da a entender que los conflictos y las experiencias pasadas son dejados al olvido.