lunes, 11 de febrero de 2008

Lost Review 4x02 (II): El mando siniestro de Locke

Uno de los momentos para el recuerdo del episodio es el picado ascendente del rostro benéfico de Locke gozando la lluvia igual que si de un maná se tratara. Locke se muestra capaz de predecir las lluvias racheadas aun con los cambios súbitos del clima tropical como si conociera los designios divinos o tal si tuviera una conexión con la isla y sus fenómenos. El control sobre los elementos le remite a la figura paterna por antonomasia, al Jesucristo que anduvo en la mar. Pese a su fracaso final, también Desmond pudo ser una figura cristológica cuando logró desvíar el rayo que mataría a Charlie o salvarle de las aguas como a un desamparado Simón Pedro. Cada personaje tiene su momento en el que parece alcanzar el poder de la divinidad y como tal ser objeto de adoración por el grupo y constituirse en figura mesiánica, en profeta para un grupo de desarraigados, asi Moisés en el desierto para el pueblo de Israel en busca de la Tierra Prometida, así Locke en la isla para el grupo de náufragos que no quieren ser encontrados. El paréntesis de Locke bajo la lluvia recuerda la espléndida presentación del personaje en el primer capítulo de la serie, quizá la mejor de todas por lo misteriosa y desarmante que llegaba a ser su actitud, sentado de piernas cruzadas en la playa bajo el monzón al lado de una de las turbinas del avión o, más tarde, remedando un payaso con la herida en el ojo igual que un maquillaje perverso y el gajo de naranja asomando de su boca cuando en gesto de mezquina complicidad le dedicara una extraña sonrisa a Kate, sorprendida al coger las botas de un cadáver. Desde el comienzo Locke ha sido un personaje tocado por la Verdad, el predestinado capaz de comunicarse con una instancia superior, sea Jacob o la Isla, el único que acertaba a ver "el ojo de la isla" ("He mirado dentro del ojo de la isla y lo que he visto... era hermoso"). Después de tres temporadas, Locke sigue siendo uno de los misterios de la isla, no sabemos casi nada de él, su manera de conducirse en la isla poco o nada tiene que ver con los recuerdos que de él conocemos. Desconocemos porqué razón conduce al grupo a la cabaña, quizá como un Moisés conducía al pueblo al monte Sinaí para recibir las tablas de la Ley, la palabra de Yahvé escrita por su dedo, así Locke escucha la Voz de Jacob. Y resulta inquietante la mirada de complicidad entre Ben y Locke cuando saben que Hurley está al tanto de la existencia de la cabaña, quizá teman que Hurley les desplace a ellos en los planes de Jacob. Sabemos únicamente que a Locke se le apareció Walt cuando estuviera yaciente en la fosa de los cadáveres y es por recomendación suya que ahora acude a la cabaña de Jacob; así Moisés cuando se le apareciera la zarza ardiente. Hasta el momento su palabra es la del líder que conduce por el camino recto al grupo, supo ver con certeza que el grupo de expedicionarios no vino para rescatarles y la herida abierta de bala nos lo presenta con la autoridad de un resucitado milagrosamente que muestra sus llagas a Sawyer, así Cristo con el incrédulo Tomás. Pero también es cierto que la referencia de Sawyer a "El corazón de las tinieblas" de Conrad, al referirse a Locke como "Coronel Kurtz", podría adelantar la degradación del grupo conducido por el mando siniestro de John y con Benjamin como elemento perturbador, un auténtico amo de las marionetas cuyas artimañas no impiden que siga siendo el "punching bag" del grupo pero en cambio casi le llevan a morir ajusticiado. Por otra parte, la aparición del equipo de cuarentena caído del helicóptero remite directamente a la Purga, la matanza que orquestara Ben como líder de los Hostiles contra la Iniciativa Dharma. ¿Pretendería la expedición llevar a cabo una nueva purga contra los Hostiles reabriendo el conflicto?


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